#mierdadepolíticos

  • Columna de opinión, por Alberto Nájera (@najera2000)

Me gusta mucho la palabra mierda: «Cosa sin valor o mal hecha. Persona sin cualidades ni méritos» según la RAE. En algunas ocasiones me han criticado en Twitter por utilizar este vocablo en algunos de mis hashtag: #mierdadepoliticos, #mierdadedemocracia, #mierdadeperiodistas, #mierdadejusticia, #mierdadebanqueros… así que voy a intentar explicar por qué la uso. Aunque la explicación rápida es clara, léanse las anteriores definiciones y ya está, hemos acabado. Ahórrese la lectura del resto, piense y analice cada caso anterior. Allá voy yo.

Hoy me dedicaré a la #mierdadepoliticos, que es el conjunto de aquellos políticos que no tienen cualidades ni méritos, pero que además son pésimas personas. Al ver las noticias, analizando las políticas que se están llevando a cabo desde hace demasiadas legislaturas, no es raro el día que no digo para mí «mierda de políticos». Pocos políticos pueden acreditar una formación adecuada, una experiencia laboral y muchos ni tan siquiera cualidades oratorias; pocos tienen decencia, coherencia o vergüenza, ni mucho menos una cualidad que debería ser obligatoria: altruismo. #mierdadepoliticos son los cientos de involucrados en casos de corrupción (los que conocemos y los que no, imputados o no), los compañeros que los defienden, los condenados que siguen ejerciendo o presentándose a elecciones.

Los que colocan a dedo a amigos, familiares y compañeros en puestos de asesores cobrando más que un médico o un profesor, que cualquier funcionario que ha superado una durísima oposición en la que ha demostrado su valía. Que usan los medios de comunicación para manipular, mentir y engañar sin vergüenza. Quienes no ven satisfecha su ansia de poder y están dispuestos a todo. Los que no pestañean cuando cierran un colegio, despiden a un médico o a un profesor, mientras destinan millones a su publicidad institucional y a su financiación, a la iglesia o a actividades como toros, fórmula 1 o lo que se tercie, incrementan las subvenciones a la escuela concertada mientras reducen la pública y las ayudas a la investigación, regalan la Sanidad a empresas que luego les contratarán. Quienes con sus políticas están acabando o acabaron con todo, quienes modifican la Constitución al dictado de los mercados, engañan a su pueblo, sin escucharle y sin intención de escucharle, le apalean, le quitan derechos, servicios, etc. Quienes se legitiman amparados por una ley electoral injusta, que permite una mayoría absoluta con un 30% del apoyo del censo, llaman antidemócratas a quienes exigen más Democracia y transparencia, no sólo traslucidez.

Y es que al final, no sólo los que la hacen, sino los que por omisión permiten que sus respectivos partidos sigan haciendo eso, todos son #mierdadepoliticos. Y otro día, hablamos de la #mierdadedemocracia.

3 pensamientos en “#mierdadepolíticos

  1. ¿Se queja usted de los políticos y quiere más servicios públicos? ¿Los servicios públicos los administran los extraterrestres o los políticos que bien ha descrito?.

  2. Pingback: #mierdadepoliticos

  3. Pues como trabajador público que trabaja en un servicio público y que participio en su gestión, creo que los propios funcionarios, técnicos en muchos casos con formación de grado superior, gestionarían sus propios servicios mejor que los políticos.

    Incrementar los servicios públicos no necesita más políticos. Ese es el fallo y el problema de la #mierdadepoliticos. ¿Quién gestionará mejor un hospital, un médico del propio hospital apoyado por profesionales del propio hospital elegidos democráticamente dentro del hospital o un político cuya única valía es haber crecido en Nuevas Generaciones?

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