Otro verano entre el negocio y el descanso

• La temporada de terrazas arranca con incertidumbre a la espera de los cambios de la nueva ordenanza

• Juan Sánchez (Apeth): «Se hacen importantes esfuerzos por asegurar el descanso de los vecinos»

• Son cada vez quejas menos las recogidas por la actividad de las Tascas

La temporada de terrazas ha arrancado con fuerza en la ciudad Albacete. A pesar de la inestabilidad de los cielos en una primavera que pretende ser húmeda, los establecimientos hosteleros comienzan a «salir a la calle» con la mirada puesta en un verano siempre atractivo para este tipo de negocios. Sin embargo, el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo (Apeth), Juan Sánchez, matiza: «no sabemos cómo irá la temporada, aunque no hay ningún indicador que diga que vaya a ir mejor que otros años». A la imprevisible respuesta de la clientela, este año se suma la incógnita de cómo quedará configurada la nueva ordenanza municipal de terrazas, cuya aprobación está prevista para finales de junio.

El control del ruido y una mejor accesibilidad de las calles Concepción, Caldereros y adyacentes sigue siendo el anhelo de la Asociación de residentes y damnificados del barrio conocido como ‘La Zona’. Su presidente, Alfonso Romero, valora positivamente la aprobación de una nueva normativa más estricta con el respeto al descanso de los vecinos o el acceso a sus casas. «La ordenanza mejora, dentro de lo posible, nuestras condiciones», reconoce. La reunión que ayer mantuvieron con el concejal responsable, Francisco Navarro, resultó satisfactoria para unos vecinos que han amenazado con llevar a cabo una denuncia administrativa al Ayuntamiento por cada incumplimiento. Algo todavía probable, reconoce Alfonso Romero, teniendo en cuenta que desde el comienzo de la primavera «multitud de establecimientos siguen sin respetar el requerimiento de licencias, las limitaciones acústicas e incluso se está permitiendo el consumo de alcohol en la calle».

Desde la otra parte se niega la mayor, apuntado que la mayoría de los locales cumplen las condiciones de la actual normativa, como los horarios, puesto que «ya se encarga la Policía de que así se haga». El presidente de la Apeth reitera su postura: «somos mediterráneos y nos gusta salir a la calle, y los hosteleros no podemos controlar lo que sucede una vez que una persona se va del local». Juan Sánchez destaca, además, «el importante esfuerzo que han realizado los hosteleros para concienciar tanto a propietarios como clientes del respeto al descanso de los vecinos, con campañas y carteles en los locales». «Parece que las terrazas son un ‘problemón’, pero no es así. De hecho muchos de los vecinos también las utilizan», señala.

Las Tascas

Así lo corrobora Carmen Sánchez, presidenta de la Asociación de vecinos del Barrio Feria, que sostiene que «aunque hay vecinos que se quejan, la mayoría prefiere ver las calles llenas de vida, que vacías». El barrio Feria cohabita desde mediados de abril con las Tascas hasta que estas dejan paso a los feriantes en septiembre. En total, cinco meses de intensa actividad tanto diurna como nocturna que provoca las quejas de algunos vecinos por los ruidos y los olores. Con respecto a la zona de las Tascas, la presidenta de la Asociación de vecinos afirma que la situación está mucho mejor que hace unos años: «Se pusieron extractores de humo que han evitado que lleguen los olores desde las casetas. Aún queda gente que se queja, pero son menos».

También hay conflicto en los ‘Titis’, zona en la que «aunque se cumple la normativa, siempre se alarga más el cierre, se abren las ventanas debido al calor y se escapa el ruido», explica Carmen Sánchez. Ella también defiende las ventajas de otra de las ordenanzas municipales, la ordenanza cívica aprobada por el actual Equipo de Gobierno. Con ella, dice, la convivencia es posible: «Queremos respetarnos entre todos y que se cumpla la ordenanza, y para quien no lo haga están las sanciones».

En la voluntad del Gobierno municipal queda configurar una normativa, tras el actual proceso de alegaciones, que cumpla con las demandas de hosteleros y vecinos, y que permita a ambos mejorar en negocio y descanso, respectivamente. Tarea difícil en un contexto de crecimiento de la crisis del sector de la hostería, paralela al del descontento ciudadano.